El desarrollo territorial hace parte del progreso y fortalecimiento de la competitividad económica y socio-cultural de un país, al ser uno de los insumos base para las interrelaciones de la Nación con su entorno y sus vecinos, además de brindar elementos concretos para el adecuado uso, manejo, y aprovechamiento de los recursos naturales disponibles.

Es así como el manejo de los espacios oceánicos y las zonas costeras de la Nación, cobra renovada preponderancia al constituirse en uno de los principales renglones del desarrollo territorial, por lo que su implementación debe seguir un enfoque integral en consideración a los múltiples factores y elementos que lo componen. Para ello las entidades responsables se encargarán de proponer al Gobierno Nacional la organización territorial y sus alcances sobre su competencia en la jurisdicción marino-costera del país.